PINTURA ACRÍLICA: INTRODUCCIÓN
¿Cómo podemos utilizar la pintura acrílica para adecuarla a nuestros ambientes favoritos?
Muy a menudo necesitamos dar a nuestros muebles un cambio de imagen. Sin embargo, en lugar de comprar muebles nuevos, también podríamos considerar seriamente la posibilidad de reformarlos con nuestras propias manos. Sólo hace falta cierta habilidad manual y paciencia para conseguir resultados sorprendentes y nunca aburridos. En esta guía veremos cómo llevar a cabo un pequeño procedimiento que, si se hace bien, puede dar una nueva vida a tus muebles. Veremos cómo se pueden utilizar las pinturas acrílicas en los muebles. Bien utilizada, la pintura acrílica puede dar vida a todas las zonas de la casa, desde la cocina hasta el baño, pasando por el dormitorio o el salón.

PINTURA ACRÍLICA: LO QUE HAY QUE SABER
La pintura acrílica es un tipo de pintura bastante reciente, cuyos colores se elaboran a partir de pigmentos de color mezclados con resina acrílica de secado rápido.
Estas pinturas pueden utilizarse para pintar una gran variedad de sustratos.
Además, las pinturas acrílicas también pueden utilizarse para colorear objetos, jarrones y recipientes, consiguiendo resultados muy agradables y duraderos.
Son pinturas de secado muy rápido, fáciles de aplicar y, una vez secas, tienen un efecto translúcido.
La única dificultad de la pintura acrílica es que es difícil conseguir sombreados, porque cuando hay que hacerlo, se puede hacer por pasos de color o por veladuras tono sobre tono.
Los colores acrílicos pueden mezclarse entre sí para obtener diferentes colores secundarios.
El diluyente utilizado es el agua, y una vez secos, a diferencia de las témperas, permanecen indisolubles.
El efecto final es el de una película plastificada, y no necesitan ningún agente protector o fijador.

USOS
Los barnices se producen a partir de polvos de color mezclados con una resina acrílica con tiempos de secado variables, normalmente rápidos, según las resinas, los pigmentos y el fabricante.
Los soportes pueden ser tan variados como el papel de dibujo, la cartulina, el lienzo, el cartón y la madera (incluido el contrachapado). Se utilizan no sólo para pintar, sino también para decorar paredes y objetos muy diversos. Su buena resistencia, combinada con su relativo bajo coste y su rápido secado, los convierten en un producto muy utilizado. El secado puede ralentizarse con una adición moderada de glicerina.
Las características de la pintura acrílica son que es de secado muy rápido, fácil de aplicar y translúcida una vez seca. El defecto de los acrílicos es que no permiten la técnica del sombreado, como se hace en la pintura al óleo. El sombreado con acrílico se realiza con pinceladas, por pasos, permitiendo la transición de un tono a otro, o con capas sucesivas de color diluido aplicadas sobre el color seco. Los colores acrílicos son fáciles de mezclar y es preferible utilizar agua como diluyente, que también puede utilizarse para borrar partes del color antes de que se sequen.
Una característica clave de los colores acrílicos, que los diferencia de las témperas tradicionales, es su indisolubilidad una vez secos. Por lo tanto, es necesario limpiar cuidadosamente los pinceles una vez terminado el trabajo; no se debe dejar que la pintura se seque en los pinceles, que deben aclararse con agua y secarse. Si la pintura se ha secado en el pincel, puede disolverse con alcohol o diluyente nitro.
Algunos tipos de colores acrílicos son sensibles a la luz, lo que hace que se desvanezcan, como los colores rojo-violeta y azul-violeta, porque están hechos de pigmentos derivados de compuestos químicos orgánicos fotosensibles. Este fenómeno se remedia con una laca de resina acrílica con un filtro UV que protege estos colores.

¿CÓMO UTILIZAR LOS ACRÍLICOS?
Como ya hemos dicho, estamos hablando de un tipo de pintura muy versátil, que además es especialmente adecuada para los principiantes.
Esto no quiere decir, por supuesto, que la pintura acrílica sea «fácil»: como todas las técnicas, requiere compromiso, perseverancia y mucha práctica.
Una de las características que siempre hay que tener en cuenta cuando se trabaja con pinturas acrílicas es el corto y rapidísimo tiempo de secado.
Para tener más tiempo para trabajar en nuestros cuadros, y así retrasar el secado, es posible, por ejemplo, diluir las pinturas acrílicas en dosis variables.
Una vez seco, el acrílico es muy opaco e impermeable, momento en el que se puede repasar la zona pintada con un segundo color sin crear un tercero.
En cualquier caso, esta opacidad no excluye un uso similar a (pásame la expresión) la pintura al óleo.
Estos colores se pueden utilizar para hacer pintura acrílica, esmaltando y diluyendo después la mezcla fuertemente, de modo que se pueden utilizar como si fueran acuarelas, formando cada vez nuevos tonos. Si quiere saber más, lea nuestra guía sobre la técnica de acristalamiento.
Con los acrílicos se pueden utilizar los mismos pinceles que con las témperas y los óleos, aunque hay que tener en cuenta que algunas marcas fabrican pinceles específicos para acrílicos. También hay que tener en cuenta que estos colores se prestan al uso de diferentes herramientas para aplicar el color, como almohadillas o esponjas, según el resultado deseado.

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