CASA DEL FUTURO: INTRODUCCIÓN
¿Quién de ustedes no se ha preguntado al menos una vez en su vida cómo será la casa del futuro? ¿Cómo cambiarán nuestros hábitos cotidianos y las formas tradicionales de amueblar con la llegada de la tecnología y los hogares inteligentes ?
Entrar en casa mirando el sensor de la puerta, interactuar con robots y asistentes virtuales, dar órdenes de voz para controlar los electrodomésticos. Ya no se trata de ciencia ficción, sino de posibilidades al alcance de la mano que se convertirán en normales dentro de unos años.
Gracias a la Automatización de Edificios y al Internet de las Cosas, nuestros hogares ya pueden ser «inteligentes» y ofrecer niveles de confort inimaginables.
Las funcionalidades inteligentes no sólo afectan a las comodidades introducidas en nuestra vida cotidiana, sino que tienen efectos ocultos e igualmente importantes. La innovación tecnológica para el hogar del futuro ha sido impulsada principalmente por la necesidad de reducir el consumo de energía y mejorar la seguridad de los habitantes. En los años 90, cuando se introdujeron los primeros sistemas para facilitar la supervisión y gestión de los sistemas energéticos de los edificios, se empezó a hablar de Smart Building. Con la evolución de las tecnologías digitales, los edificios inteligentes se han convertido en verdaderos organismos interconectados dotados de sistemas, sensores y verdaderos «cerebros» para una gestión inteligente y automatizada.
INTERIOR INTELIGENTE
En el futuro, la mayoría de los gestos a los que estamos acostumbrados al entrar en una casa ya no serán necesarios. Para abrir la puerta, por ejemplo, ya no usaremos llaves, sino una cerradura inteligente que será capaz de reconocer nuestra cara. Ni siquiera tenemos que ajustar la calefacción, porque los termostatos fijan automáticamente la temperatura ideal según nuestras preferencias, el clima exterior y el momento en que entramos en la casa. El smartphone les avisará.
Afortunadamente, también nos ahorraremos la limpieza, gracias a los robots que lo harán por nosotros. Si lo desea, también puede disponer de uno que le prepare la comida y la cena, en base a un menú que le sugerirá directamente el frigorífico, que siempre controlará nuestra despensa y la fecha de caducidad de los alimentos. Y luego en el cuarto de baño podremos colocar un espejo con báscula para comprobar nuestro peso y estado de salud, mientras un asistente virtual nos resolverá el problema matutino: qué ropa ponernos para afrontar el día. Por supuesto, las luces también se autoajustarán, mientras que el equipo de música y el televisor tratarán de ofrecernos programas y música que se adapten a nuestro estado de ánimo.
LA SOSTENIBILIDAD EN PRIMER PLANO
La sostenibilidad es un tema casi cotidiano para el hogar del futuro, ya que casi el veinte por ciento de los encuestados por AXA espera que nuestras casas estén hechas mayoritariamente con materiales sostenibles dentro de 10 años. Esto incluye paneles solares y tecnologías resistentes a las inundaciones que ayudarán a nuestros hogares a soportar aguaceros, inundaciones y viento.
Uno de cada cinco cree que los hogares tendrán acceso a coches sin conductor en los próximos 10 años. Sin embargo, una cuarta parte de los encuestados (24%) espera que la red eléctrica tenga dificultades para satisfacer la demanda dentro de diez años.
Cada vez será más central la cuestión de los espacios, no sólo los que están al aire libre o con vista panorámica. Pero también para asegurar la cantidad justa y necesaria de«verde» y para garantizar las distancias correctas y el uso de dispositivos de saneamiento. Todo tiene siempre en cuenta la sostenibilidad, y ésta es una de las razones por las que las casas son cada vez más inteligentes y de alta tecnología.
No es ningún secreto que, en el hogar, la mayor concentración de bacterias se encuentra en diversas manillas, interruptores, grifos y enchufes. Por tanto, el reto del futuro será minimizar el contacto directo con los objetos y dispositivos, y ya existen sistemas táctiles o sin contacto para manejar, por ejemplo, las luces o los sistemas de aire acondicionado en el hogar. Incluso hay tecnología para programar mediante la domótica con hologramas 3D.
CONCLUSIONES
Robots, inteligencia artificial, reconocimiento facial, análisis de datos y autonomía. El hogar del futuro se está convirtiendo cada vez más en un lugar en el que se nos trata como invitados, en el que todo está siempre listo para ser utilizado y en el que el software se encarga de los aspectos de gestión mientras las tareas domésticas las realizan los robots. Ahora sólo queda por entender una cosa: si esa casa representa un sueño o si no corre el riesgo de convertirse en una pesadilla.
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