PUERTA CORREDERA: INTRODUCCIÓN
Si estás leyendo esto, probablemente sea porque necesitas ahorrar espacio en tu hogar. Afortunadamente, las alternativas a la clásica puerta batiente ahora son muchas y cada vez más personalizables y de diseño. De hecho, hay casos en los que se opta por puertas que ahorran espacio precisamente por sus características estéticas. Además, este tipo de solución es cada vez más apreciada por sus características modernas y funcionales.
Por otro lado, como sabemos, ha cambiado la forma de concebir la casa, que ya no se entiende como un conjunto aislado de estancias sino como un espacio abierto. Pensemos en la cocina o la sala de estar: la puerta está casi siempre abierta y, en consecuencia, una puerta tradicional, en estos casos, sería un desorden innecesario.
Así, tanto si nuestro problema es la falta de espacio, como si se trata de una elección estética, ahora existen puertas que pueden satisfacer nuestras necesidades.
La solución más efectiva está representada por puertas correderas que vienen en dos tipos de puertas que ahorran espacio : puerta corredera retráctil y puerta corredera visible.
PUERTA CORREDERA OCULTA (PARED INTERIOR)
La puerta corredera de pared interior es una puerta empotrada precisamente porque desaparece en la pared. Para poder realizarlo, por lo tanto, es necesaria una intervención de albañilería para insertar un contramarco que permita el movimiento de la puerta dentro de la pared.
Este tipo de puerta permite un alto grado de personalización ya que los modelos a elegir son casi infinitos. Por ejemplo, puedes optar por soluciones en vidrio (transparente, coloreado, opaco), PVC o madera o puedes decidir revestir la puerta con un papel pintado particular.
Otra solución es integrar perfectamente la puerta con la pared, tanto que sea casi invisible. Se trata de la denominada puerta corredera a ras de pared y el efecto de camuflaje viene dado por el uso del mismo acabado superficial que la pared. El efecto es el de máxima continuidad y fluidez entre un entorno y otro.
Ciertamente la solución de la puerta corredera que desaparece es la más costosa ya que implica los costes de intervención sobre la mampostería. Por lo tanto, puede pasar fácilmente de un promedio de 500 euros hasta 1500-200 euros. Evidentemente el coste también dependerá del tipo de material elegido.
PUERTA CORREDERA VISTA (PARED EXTERIOR)
Las puertas correderas exteriores representan una solución menos invasiva (no se requiere intervención de albañilería) y fácil de instalar, pero al mismo tiempo más voluminosa. Un voluminoso que, sin embargo, hoy en día no se traduce en “antiestético” ya que existen muchas soluciones de diseño para cubrir el subchasis que en este caso, por supuesto, será externo.
También a veces resulta ser una elección obligada, si quieres una puerta corredera, ya que algunas paredes no son adecuadas para crear el espacio dentro de la pared. Para algunos, el espacio que ocupa la puerta se considera un estorbo ya que les impedirá ser utilizados para albergar muebles, por ejemplo. Para nosotros, elegir la puerta adecuada en consonancia con el estilo de la casa es solo un plus, un añadido de estilo.
Aquí también, los costes varían según el material elegido y pueden variar desde poco más de 100 euros para puertas sencillas y quizás de una sola hoja, hasta 1000 euros para puertas de materiales más preciosos.
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